references
·
BIoComBUSTIBleS
·
El enigma de la extracción de aceite de maíz
Agregar el proceso de extracción de aceite de maíz en las plantas de etanol es ventajoso para los resultados finales de la planta, pero al mismo tiempo complica la formulación de los forrajes.
AUTOR: SUSAN REIDy
Material extraído de la edición de agosto de 2012 de World-Grain y publicado bajo la expresa autorización de sus editores.
Resumen / Abstract
La necesidad de producir combustibles amigables con el medio ambiente y a la vez renovables y sustentables, ha tomado una importancia superlativa en todos los países del mundo. Sin embargo, Estados Unidos en su carácter del mayor productor mundial de maíz ha sido pionero y marcha a la vanguardia en lo referente a la producción de bioetanol a partir de esta especie granaria. Las plantas de molienda seca que dan como resultado la obtención del mencionado biocombustible y un co-producto denominado DDGS, que traducido al español significa granos de destilería solubles y secos, se han multiplicado y difundido de manera exponencial en los últimos años, promovidos por ciertos beneficios que el gobierno de dicho país ha establecido para este tipo de proceso. No obstante y como consecuencia de la obtención de una mayor rentabilidad, los operadores han optado por desgrasar los DDGS, con el propósito de extraer aceite de maíz y utilizarlos, ya sea con fines comestibles o bien como materia prima para la elaboración de biodiesel. Este cambio trajo aparejado una dificultad que los fabricantes de alimentos balanceados están tratando de resolver y es el hecho de que al recibir DDGS desgrasado deben compensar la materia grasa extraída por otro tipo de compuesto lipídico que le devuelva al alimento la cantidad de energía necesaria para atender las necesidades nutricionales de los animales de granja que lo consumen. Esto no es un problema menor, pero seguramente con inventiva y creatividad podrá ser resuelto sin mayores dificultades. El artículo primero expone la problemática que se ha generado y luego termina ofreciendo pautas que posibiliten paliar de alguna manera la situación generada.
94 A&G 90 • Tomo XXIII • Vol. 1 • 94-98 • (2013)
The need to produce environmentally friendly, as well as sustainable and renewable fuels has reached significant global importance. But, the United States, as the largest world producer of corn, has been a pioneer and leads the production of bioethanol based on this grain species. Dry milling plants that render such biofuels and a coproduct known as DDGS - Distillers' Dried Grains with Solubles - have exponentially multiplied and became known in recent years, promoted by certain benefits that the US Government has established for this type of process. Nevertheless, and as a consequence of obtaining higher profits, operators have decided to defat these DDGS with the purpose of extracting corn oil, and to use them with edible purposes or as raw materials for biodesel production. This change has brought about a problem that balanced food producers are trying to solve, which is, that when receiving defatted DDGS they have to compensate the fatty matter extracted with some other lipidic compound that will restore the amount of energy required by the food to satisfy the needs of farm animals fed with this product. This is no a lesser issue, but it surely can be solved with imagination and creativity. In first place, the article shows the difficulties that have risen and in second place it offers guidelines to alleviate the created situation.