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Del laboratorio a nuestra mesa
tivos nutricionales más intensos, ingredientes antibacterianos para los envases para alimentos y agroquímicos y fertilizantes más potentes. En muchos casos, la misma tecnología puede posibilitar aplicaciones en todos los ámbitos de la agricultura y la cadena de suministro de alimentos. Por ejemplo, hoy se utilizan compuestos de nano-arcilla, plásticos a los cuales se les han agregado partículas de arcilla a nanoescala, en los envases para alimentos y bebidas, como así también para plásticos y tubos que se usan en la agricultura para permitir la liberación controlada de los herbicidas, y han sido estudiados para su uso en recubrimientos para fertilizantes de liberación controlada. La capacidad para aplicar nanotecnologías en numerosos sectores no sólo resulta en mayores retornos sobre la inversión en investigación, sino que también permite que las empresas expandan sus actividades comerciales en otras industrias y segmentos de mercado completamente nuevos. Por esta razón, suele decirse que la nanotecnología es una “tecnología de plataforma”. En los años y décadas por venir, se estima que la “nanotecnología de próxima generación” irá más allá del uso de partículas simples e ingredientes encapsulados y será utilizada para el desarrollo de nano-dispositivos, nano-máquinas y nano-sistemas más complejos (Roco 2001). Se prevé que la aplicación de la nanotecnología en la biotecnología (la “nano-biotecnología”) no sólo manipulará el material
Definiciones de partículas pequeñas según su tamaño Inferior a 100 nm – una nanopartícula Inferior a 1.000 nm (una micra, o micrómetro representado también como 1 μm) – una micropartícula submicrónica Superior a 1.000 nm – una micropartícula Una nanofibra de silicio, conductora de luz, permite que un rayo de luz dé vueltas alrededor de un cabello humano. Las nanofibras son flexibles y pueden ser muy delgados, de tan sólo 50 nanómetros de ancho, aproximadamente una milésima del ancho de un cabello. Foto: Limin Tong/Universidad de Harvard
genético de los seres humanos, animales y plantas agrícolas, sino que también incorporará materiales sintéticos en las estructuras biológicas y viceversa (Roco y Bainbridge 2002). Se estima que la convergencia de las tecnologías de nanoescala permitirá la creación de organismos artificiales totalmente nuevos, que podrán ser utilizados en el procesamiento de alimentos, en la agricultura y los agro-combustibles, así como en otras aplicaciones (ETC Group 2007). Este campo se conoce como biología sintética. Los nanomateriales exhiben propiedades nuevas y plantean nuevos riesgos Para ponerlo de forma simple: el tamaño de una partícula pequeña se equipara con las propiedades de una partícula nueva y esto también puede plantear riesgos nuevos. Las nanopartículas tienen una superficie muy amplia, que típicamente resulta en mayor reactividad química, mayor actividad biológica y comportamiento catalítico potenciado, en comparación con las partículas más grandes con la misma composición química (Garnett y Kallinteri 2006; Limbach et al. 2007; Nel y col. 2006). Los nanomateriales también tienen una capacidad de acceso mucho mayor a nuestros cuerpos (que se conoce como biodisponibilidad) que las partículas más grandes, resultando en una mayor absorción por parte de las células individuales, los tejidos y los órganos. Los materiales que miden menos de 300 nm pueden ser absorbi-