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nutrición es un factor clave para alcan-
zar un envejecimiento saludable, y como
veremos más adelante, las ABs desem-
peñan un papel muy importante en el
mantenimiento de nuestro metabolismo,
siendo lógico asumir que desempeñan
un papel aún más revelante en los ancia-
nos [1] [9].
El nivel de ABs en sangre es conside-
rado un indicador de la proliferación
celular. Los niveles significativamente
elevados de ABs en sangre en las per-
sonas ancianas sanas (96,5 ± 4,6 años),
comparados con grupos de personas
más jóvenes (media de 44,6 a 68,7
años), confirman el papel importante
de las ABs para una vejez saludable.
Una mayor ingesta de ABs del tipo de
las poliaminas es un factor positivo en
los períodos de cicatrización de heridas,
recuperación post-operatoria (excepto
de tumores), regeneración del hígado,
y los crecimientos compensatorios del
pulmón y el intestino [8].
Posiblemente el mayor riesgo relaciona-
do con las ABs es que bajo condiciones
de temperatura elevada en presencia de
nitrito/nitrato, las poliaminas se pueden
combinar con dichas sustancias y formar
nitrosaminas, compuestos carcinogéni-
cos de vida corta (inestable) que se pue-
den encontrar, por ejemplo, en la panceta
frita [4], pero que solamente puede cau-
sar efectos adversos cuando se consume
en altas concentraciones e inmediata-
mente después de formarse.
Sin embargo, las ABs no se pueden
considerar como cancerígenas, es decir,
como inductoras de la formación tumo-
ral, porque las investigaciones recientes
informan que incluso algunas ABs pue-
den retardar la manifestación de células
cancerígenas en ratas [10]. No obstante,
se sabe que las células tumorales aumen-
tan la producción local de algunas ABs
(particularmente la espermina, espermi-
dina, putrescina e histidina) para favore-
cer su crecimiento rápido [11] [12] [13]
[8]. Esto lo hacen vía el incremento de
la síntesis de la ODC (ornitina decar-
boxilasa) y la histidina descarboxilasa
(HDC), en tanto que las diversas técnicas
de lucha contra el cáncer buscan encon-
trar medios para reducir la síntesis de las
enzimas ODC [11] y HDC [12] y de esa
manera, inhibir la acción de las aminas
oxidasa (AO), que son otras enzimas que
regulan la acción de las ABs en el creci-
miento y la diferenciación celular [13].
Algunos tipos de cáncer pueden aprove-
char las ABs circulantes en la sangre, y
utilizarlas para su propio desarrollo, por
lo tanto, todavía no se comprende com-
pletamente el mecanismo involucrado,
y se recomienda cautela en la ingesta de
alimentos ricos en ABs por pacientes que
hayan desarrollado cáncer [8]. Por otro
lado, la suplementación dietética con
espermidina pudo suprimir el crecimien-
to de algunos cánceres, como tumores
de piel, carcinomas hepáticos y tumores
colorrectales en ratas, mostrando que
todavía hay mucho por investigar [10].
Como se puede percibir, las ABs son
compuestos inherentes a la alimenta-
ción humana, al metabolismo de nuestro
cuerpo y a nuestra microbiota intesti-
nal, que están íntimamente ligadas con
la vida propia. No obstante, como casi
todo lo que comemos y bebemos, sus
efectos dependerán de la dosis inge-
rida [14]. Cuando ingerimos mucha
sal, nuestra presión tiende a aumentar.
Cuando ingerimos poca sal, la presión
tiende a bajar. En el caso de las ABs,
vale la misma lógica: precisamos de
mayor cantidad de ABs en nuestra ali-
mentación, porque su falta nos debilita,
pero su exceso nos puede dañar. Más
adelante entenderemos mejor cuáles son
las funciones que desempeñan las ABs
en nuestro metabolismo.
2a. Función de las ABs en el metabo-
lismo humano
Por su gran diversidad, las ABs desem-
peñan numerosos papeles en el metabo-
lismo humano, entre los que destacamos:
• Las investigaciones indican que la
leche materna es rica en espermina y
espermidina [7], y que ellas serían las
responsables principales de la reduc-
ción de los cuadros alérgicos en los
niños, porque promueven las etapas
finales de la maduración intestinal. La
provisión de dichas ABs vía la leche
materna, que maduran al intestino con
mayor rapidez, reduce los casos de
alergias [15]. El riesgo de desarrollar
alergias aumenta en más de 80 % si la
dosis de espermina se ubica debajo de
0,4 mg/L y ese riesgo solo vuelve a los
valores normales con contenidos en el
orden de 2,6 mg/L [16], lo que equi-
vale a 21 mg de espermina por kg de
materia seca de leche materna;
• Diversas investigaciones reportan que
las ABs del tipo de las poliaminas
actúan como antioxidantes endóge-
nos de las grasas: concentraciones
reducidas de poliaminas en las células
resultan en una mayor sensibilidad
a los daños oxidativos de la grasa,
indicando que esas ABs cumplen un
papel importante en la protección de
las células contra el estrés oxidativo,
debiendo ser clasificadas como anti-
oxidantes celulares [1] [8]. La tirami-
na también fue identificada como un
agente antioxidante potente, ya que
su acción aumenta cuando hay una
mayor concentración [4];
• La espermina, espermidina, cadaveri-
na y putrescina son elementos funda-
mentales en los tejidos de crecimiento
rápido, como en la mucosa intestinal
y la piel, para las cicatrizaciones [17]
[8], y controlan activamente distintos
procesos biológicos, como mediado-
res hormonales y de factores de cre-
cimiento [18]. Asimismo, modulan
respuestas inmunes, actuando en el
metabolismo del calcio y regulando
el proceso de la apoptosis [7]. Tam-
1
bién desempeñan un papel importante
aumentando la estabilidad del ADN,
protegiéndolo de los daños causados
por el estrés oxidativo y la radiación
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• Tomo XXIX • Vol. 2 • 228-239 • (2019)
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La apoptosis es una forma de muerte celular programada, o “suicidio celular”. Es diferente de la necrosis, en la cual las células mueren debido a lesiones.
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