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La señalización endocannabinoide intestino-cerebro como detector de ácidos grasos




(por ejemplo, el CD36) que participan ceroles, pero niveles muy reducidos de · Los endocannabinoides en el
para transducir la presencia de la gra- ácidos grasos libres. Sin embargo, un intestino controlan la ingesta de
sa en la boca en señales eléctricas que creciente número de estudios indican alimentos grasos
son transportadas al cerebro por varios que los ácidos grasos libres son nece-
nervios craneales [3]. Una crecien- sarios para el sabor graso, mientras La evidencia bioquímica, molecular
te evidencia científica sugiere que los que los triacilgliceroles no lo son. Por y de comportamiento publicada por
receptores grasos son esenciales para ejemplo, las lipasas generadas por las nuestro grupo de investigación sugiere
nuestra atracción por los alimentos gra- glándulas bucales hidrolizan los tria- que la señalización endocannabinoide
sos. Efectivamente, la preferencia por cilgliceroles y liberan ácidos grasos intestino - cerebro controla la inges-
los alimentos grasos no existe en los libres en concentraciones que activan ta de grasa dietaria. Para estudiar el
ratones mutantes que carecen de los los receptores grasos. Además, la inhi- papel del sabor graso en estos proce-
receptores considerados responsables bición farmacológica de la actividad de sos, utilizamos un modelo de simula-
de detectar las grasas. la lipasa lingual en los seres humanos ción de alimentación en roedores que
y los roedores disminuye su capacidad aisló a la exposición oral de alimentos
Los alimentos grasos contienen varias para detectar grasas dietarias de mane- de cualquier influencia post ingesta
grasas en forma de diferentes triacilgli- ra confiable [3]. [3]. La degustación de grasas dietarias
(emulsión de aceite de maíz), pero no
de carbohidratos (sacarosa) o proteí-
nas, inició la producción de endocan-
• Nuestros cuerpos generan moléculas señalizadoras de lípidos, conocidas como nabinoides 2-araquidonil-sn-glicerol
endocannabinoides, ya que son similares a los cannabinoides de la marihuana, y anandamida, en el intestino delgado
que promueven la búsqueda, detección y almacenamiento de nutrientes de alta de los ratones [4]. Dicho resultado fue
energía para un uso metabólico en el futuro. específico para el intestino delgado por-
• La degustación de ácidos grasos dietarios específicos genera a nivel del intesti- que la degustación del aceite de maíz no
no delgado endocannabinoides y se cree que estos promueven una retroalimen- afectó los niveles de endocannabinoides
tación positiva al cerebro, incentivando el consumo de alimentos grasos. en otros órganos. Lo importante es que
• La señalización endocannabinoide intestino-cerebro hiperactiva puede promover la inhibición de la señalización endo-
cannabinoide en los receptores cannabi-
una ingesta excesiva de alimentos energéticamente ricos y contribuir a la obesi- noides CB en el intestino delgado con
1
dad, la diabetes de tipo 2, y la enfermedad cardiovascular. antagonistas del CB R periféricamente
1
restringidos que no ingresan al cerebro

Figura 1 - Los dos principales endocannabinoides exhiben distintas vías biosintéticas y degradativas.
La biosíntesis del monoacilglicerol, 2-araquidonil-sn-glicerol (2-AG), está mediada por la hidrólisis dependiente de la lipasa diacilglicerol (DGL) del 1-estearoil-2-
araquidonil-sn-glicerol (SAG). La lipasa monoacilglicerol (MGL) degrada el 2-AG, resultando en ácido araquidónico (AA) y glicerol. La biosíntesis del ácido graso
etanolamina: anandamida (AEA) está mediada por la hidrólisis dependiente del N-acil-fosfatidiletanolamida fosfolipasa D (NAPE-PLD) del N-araquidonil-fosfatidil-
etanolamida (NArPE). La hidrolasa de amidas y ácidos grasos (FAAH) degrada el AEA, resultando en AA y etalonamina. Tanto el 2-AG como el AEA activan los receptores
cannabinoides de tipo 1 (CB 1 R) y de tipo 2 (CB 2 R) sobre la superficie de las células en todo el cuerpo. Se han sugerido vías metabólicas alternativas para los
endocannabinoides, pero se describen las que están bien establecidas.


























A&G 107 • Tomo XXVII • Vol. 2 • 290-293 • (2017) 291
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