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· r e FINACIÓN de A C e IT e S Y Gr ASAS ·
No quiere decir que el vapor necesario para remover el ácido graso no sirve para otros componentes y haya que calcular los con-
sumos individuales y luego sumarlos. Esto se demuestra al estudiar luego el despojamiento de los multicomponentes, que da la
solución completa. En la práctica, en una columna empacada, se emplean cantidades superiores: 5 a 7 kg/ton; y 9 a 13 kg/ton
para las de celdas, donde el contacto es menos efectivo e influye mucho la altura oleoestática. Estas cifras dependen de la
presión y la temperatura.
Hubo en el pasado, recomendaciones que indicaban un volumen de vapor por tonelada de aceite para una tem-
peratura de desodorización, con la idea de englobar caudal y presión en una sola especificación. Una de ellas
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fue debida a J. A. De Smet, en la revista francesa Oléagineux hace varias decenas de años; daba 15.000 a 30.000 m /ton,
según las condiciones usuales en aquella época. Esos valores suponen que el volumen se calcula a la tempera-
tura del aceite. Sería un volumen virtual, pero que está definido y puede servirnos como referencia, pero que
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no representa exactamente el volumen real del vapor. Una recomendación actualizada estipulaba 8000 m de
vapor por ton de aceite desodorizando a 240 °C. El volumen específico del vapor a 4 hPa y 240 °C es 592 m /kg
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lo que da 8000/592 = 13,5 kg/ton. A 3 hPa, la cifra baja a 10,1 kg/ton. Estas cifras hay que corregirlas si se desodoriza a
otras temperaturas, multiplicándolas por el cociente de las volatilidades. Si se opera a 250 °C, el factor de conversión es
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26,6/41,3 = 0,64 y el volumen necesario 5150 m /ton, que traducido a kg/ton sería 13,5 × 0,64 = 8,64 para 4 hPa y 10,1
× 0,64 = 6,46 para 3 hPa.
Una diferencia entre columnas empacadas y celdas se debe a razones de equilibrio, pues en una celda, a la profundidad h (m),
en el interior de una burbuja, de radio r (m), la presión de despojamiento p , no es la de la fase gaseosa, sino ésta más la presión
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oleoestática: ghρ (ρ, densidad del aceite, kg/m , g, aceleración de la gravedad, m/s ), más la debida, (fórmula de Laplace) a la
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tensión superficial del aceite, σ (N/m)
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Hagamos la cuenta para una celda profunda de un desodorizador vertical. Si se opera a 300 Pa y 250 ºC, la densidad
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es 764 kg/m , y si h es 1 m, con una tensión superficial de 18 dina/cm = 0,018 N/m dentro de una burbuja de 2 mm
(0,002 m) resulta:
p = 300 + 9,81 × 1 × 764 + 0,018 / (2 × 0,002) = 300 + 7795 + 4,5 = 8100 Pa = 81 hPa.
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Aún en una celda de poca profundidad con h de tan sólo 0,1 m, la presión en el fondo sería 8,1 hPa.
La influencia de la tensión superficial es despreciable, pero la de la profundidad muy marcada, en el primitivo desodo-
rizador tipo batch y aún en los primeros continuos, formados por una sucesión vertical de celdas parecidas a la Figura
2 con el distribuidor de vapor en el fondo, sólo en la superficie la presión coincide con la de operación. Habría que usar
la presión media entre la del espejo líquido a 3 hPa y la del fondo a 81 hPa. Las
burbujas aumentan su tamaño y su área superficial a medida que ascienden. Un Figura 4. Desodorizador horizontal Tirtiaux de
capa delgada.
análisis se encuentra en (Ref. 2).
Otro detalle importante en ese cálculo es emplear la presión media en el desodo-
rizador, que es la del sistema de vacío, más las pérdidas de carga en el lavador y
dentro del desodorizador. Ignorarlas, son causas de la discrepancia con la teoría.
En un lecho empacado, no hay columnas hidráulicas ni hay burbujas y el área
de desprendimiento es mayor, lo que explica que los consumos de vapor sean
menores y se acerquen más a los teóricos. Antes de la aparición de las colum-
nas empacadas, una solución que propusieron los proveedores: Kirshfeld,
Tirtiaux, Campro, (Figura 4), fue el desodorizador horizontal, con la idea de
reducir la profundidad de la capa de aceite y de aumentar la superficie de des-
prendimiento. La capacidad de un equipo horizontal es limitada y se requieren
dos o varias unidades si la producción es grande, con mayor costo fijo que uno
solo vertical.
88 A&G 94 • Tomo XXIV • Vol. 1 • 80-108 • (2014)