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cutáneos (revisado por Anderson and cuales definiremos necesidades esencia- cerca del mar descritas en el Capítulo 1
Connor, 1989). La comunidad biomé- les de los seres humanos para la nutri- incluyen dietas que ahora vinculan a la
dica lentamente se ha ido dando cuenta ción con AGE n-3. alimentación del mar con la cultura y
que los contenidos elevados de AGE n-3 la salud humana en formas mucho más
(particularmente 22:6n-3, el ácido doco- Las asociaciones observacionales que detalladas de lo que se discute común-
sahexaenoico, DHA), en el desarrollo muestran tasas más elevadas de agre- mente. Los capítulos siguientes destacan
de la retina y el cerebro humano genera sión, homicidio (Hibbeln, 2001) y depre- algunos de los vínculos entre el pescado
exigencias a las madres embarazadas y sión (Tanskanen, 2001) entre las pobla- y la salud humana que afectan el sistema
lactantes que pueden quedar progresiva- ciones que consumen menor cantidad de cardiovascular, el sistema nervioso autó-
mente agotadas si no son suplementadas alimentos de mar están estimulando nue- nomo y el sistema inflamatorio inmune.
con HUFA n-3 dietario (Crawford et al, vas y potentes preguntas de investiga- Durante los últimos siglos, los incre-
1978; Hibbeln, 2002). ción sobre la forma en que los AGE n-3 mentos de AGE n-6 y las reducciones de
en los alimentos de mar pueden ser esen- AGE n-3 en los alimentos típicos, lleva-
Los déficits de AGE n-3 ahora se ven ciales para la salud y la cultura humana. ron a una creciente cantidad de personas
asociados con una mayor incidencia y El fenómeno posiblemente se relacio- a tener mayores proporciones de HUFA
severidad de la depresión post-parto ne con una asociación entre los niveles n-6 en sus tejidos. Deberíamos conside-
(Figura 3-3) como también con el des- reducidos de AGE n-3 en el plasma y la rar que ha producido ese cambio en los
orden de conducta subsiguiente en niños baja eficacia de la serotonina (Hibbeln et alimentos “normales”, en la salud y la
de madres deficientes (en AGE n-3) al, 1998). La estrecha asociación epide- conducta humana.
(Hibbeln, 2002). Los estudios que rela- miológica entre la depresión y la morta-
cionan la conducta humana con el des- lidad cardiovascular, identificada por la En el contexto de la evolución y el sumi-
equilibrio de n-3/n-6 en la señalización Organización Mundial de la Salud como nistro de AGE n-3 y n-6, una historia
de la citosina inflamatoria (Smith RS, las enfermedades más comunes a nivel útil proviene de la alimentación y la
1991) propusieron el aceite de pescado global, puede incluir mediadores comu- producción de la trucha arco iris. Estos
(grasas n-3) como profilaxis contra la nes relacionados con los autacoides n-3 peces comparten con todos los vertebra-
depresión mientras que las grasas n-6 y n-6 que controlan el tono autónomo y dos la necesidad de consumir un sumi-
promovían la enfermedad. Las corre- la variabilidad del ritmo cardíaco. Este nistro balanceado de grasas n-3 y n-6
laciones de los síntomas clínicos de la campo de la neurociencia ciertamente para mantener su salud. Sin embargo, su
depresión con un suministro bajo de parece que estimula la curiosidad sobre evolución durante millones de años se
HUFA n-3 dietario con relación al lino- las funciones esenciales nuevas de los produjo en un ambiente rico en grasas
leato n-6 (Hibbeln and Salem, 1995) se AGE en la vida humana. n-3 con suministros bajos de grasas n-6.
extendieron aún más (Hibbeln, 1998; Actualmente, la señalización normal de
Adams and Sinclair, 1996) y fueron los autacoides en estas especies se equi-
confirmados con un estudio de interven- Los HUFA omega-3 en el desarrollo libra de tal manera que las truchas ali-
ción reducido altamente exitoso (Stoll, del cerebro mentadas con altos suministros de grasas
1999). Este concepto ahora se desarrolla n-6 dietarias sufren ataques y muerte
y expande rápidamente para incluir la La necesidad claramente evidente del súbita cuando son perturbadas (Castell
hipótesis de Hibbeln and Salem (1995) cerebro humano en desarrollo por sumi- et al, 1972). Claramente, los producto-
que el mayor consumo de aceites vege- nistros suficientes de AGE n-3 (particu- res deben evitar proporcionar cantida-
tales ricos en linoleato después de 1950 larmente 22:6n-3, DHA) puede haber des excesivas de grasas n-6 si desean
puede haber causado los incrementos sido un factor nutricional importante prevenir la pérdida de su sustento. Este
recientes de la depresión y los desórde- que facilita la expansión del volumen y fenómeno interesante puede tener equi-
nes neurológicos en los estadounidenses. la complejidad de los cerebros durante valentes en los desórdenes psiquiátricos,
Los cambios en el manejo y la comercia- la evolución de los homínidos pensan- cardiovasculares e inmunes de los seres
lización de los alimentos durante el siglo tes, el Homo sapiens. Los seres humanos humanos. El balance de nutrientes que
pasado en los EE.UU. han incrementado parecen haberse adaptado a los ambien- mantiene respuestas saludables del sis-
los consumos de AGE n-6 dietarios y tes marinos costeros en África hace tema autónomo e inmune puede dife-
relegado los AGE n-3 en maneras que 125.000 años atrás, y se han expandido rir de alguna manera entre las distintas
pueden estar creando una mayor canti- y dispersado fuera de África a lo largo especies de vertebrados, pero no puede
dad de riesgos extendidos para la socie- de las regiones costeras y ribereñas en ser ignorado. Los seres humanos deben
dad que los que fueron reconocidos pre- donde los HUFA n-3 son abundantes en conocer qué significado tiene un balance
viamente. La investigación conductual los alimentos de mar y el pescado (Wal- saludable de HUFA n-3 y n-6 en sus teji-
continuará para identificar las nuevas ter, 2000; Crawford, 2002). Las ricas dos para evitar crear de manera acciden-
dimensiones para la salud mediante las tradiciones de las personas que viven tal un balance que es dañino.
436 A&G 112 • Tomo XXVIII • Vol. 3 • 432-438 • (2018)