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Hasta siempre, querido Ing. José María Pedroni

Con profunda tristeza ayer nos enterábamos del fallecimiento del Ing. José María Pedroni, y comenzamos a pensar cuál era la manera más adecuada para recordar a un grande, un hombre cuya trayectoria excede los límites de la mortalidad.

Nos encontrábamos frente a la difícil tarea de reducir a palabras una vida llena de logros y esfuerzo, de innumerable aportes al campo del conocimiento y al desarrollo de la agroindustria.

También la propia redacción de esta breve nota nos impone la necesidad de un ejercicio de escritura retórica repleto de figuras poéticas, porque el Ing. Pedroni lograba encontrar la poesía aún en la ingeniería.

Nos obsequiaba frases y reflexiones en cada correo. Por eso, nos gustaría cerrar con una frase del poeta porteño Eduardo Gonzales Lanuza que a José María le gustaba: “El hombre es mortal porque olvida”, pero si hay algo certero es que el Ing. Pedroni y sus huellas no serán olvidadas.

Elegimos recordarlo en sus propias palabras. A continuación les compartimos una historia de vida publicada en nuestra edición aniversario de A&G (Noviembre 2020), porque los reconocimientos se hacen en vida:

“MI PASO POR LA REVISTA ACEITES Y GRASAS (A&G)”

En el mes agosto pasado cumplí 95 años y 60 años la empresa de Ingeniería que fundara, ahora Ingeniería Bernoulli S.A. En la década del 60 fui docente en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, a cargo de la cátedra de Instrumentación y Control de Procesos, materia que se dio por primera vez en la carrera de Ingeniería Química de la UBA. Allí enseñé hasta que la Universidad fuera intervenida a mediados de 1966. Fue para mí un drama que terminara así aquella dedicación que requiere la enseñanza superior. Pero lo que no fue en vano, es que mis alumnos me recordaron con cariño y años más tarde, la revista “Aceites y Grasas” me dio la oportunidad de publicar un extenso artículo titulado, “Instrumentación y control de procesos”, A & G, N° 100 (Año 2015), donde hice un apretado resumen de aquello que enseñara en la UBA, para que aquel esfuerzo no cayera en el olvido, que era lo que realmente me había preocupado.

En aquellos años me propuse hacer un pequeño manual de Ingeniería Química resumiendo las bases de cálculo de los equipos que construidos por nuestra empresas, que fui juntando en unos años, con la idea de publicarlo. Aquello iba para largo y, por ello, que se me ocurrió plantearle al Dr. Héctor Autino, director de la revista Aceites y Grasas, la posibilidad de publicarlo parcelado, una nota por número, le pareció bien, y así fue como apareció el primero, “Sistema Internacional de Unidades”. Después, cada dos meses, la Lic. Rocío Spera, del elenco que diagrama la revista, me enviaba un mail reclamándome la nota para el número en preparación, lo que fue muy saludable, de por cierto, crear una obligación, pues así se publicaron unas 25 notas de I.Q., de temas muy diversos, pero redactadas en un nivel teórico accesible con muchos ejemplos numéricos, que las tornaron muy didácticas.

Cuando apareció la revista, Héctor nos pidió que lo acompañáramos en ese esfuerzo, y así fue, publicamos siempre el anuncio de una página en la revista Aceites y Grasas y colaboramos con una serie de artículos técnicos, algunos extensos, como “Teoría de la desodorización”, aquel sobre control automático, otro sobre secado de biodiésel y participamos como expositores en todos los congresos organizados por ASAGA, uno difícil de olvidar, fue aquel internacional de la industria aceitera, muy grande por cierto, que se hiciera en Rosario, donde presente mi libro “Manual Técnico del Vacío”, también participé, con el Ing Eduardo Gobbi, actual presidente de nuestra empresa, como disertantes en otros congresos y cursos de ASAGA y en la actualidad, siguen participando nuestras ingenieras Marta Fraguglia y Josefina Fogliatti.

De la publicación de estos artículos y notas de Ingeniería Química surgió un permanente contacto con el Responsable de Arte de Aceites y Grasas, su Diseñador Gráfico, Gabriel Ferreyra, a quien tuve de recurrir muchas veces para ubicar bibliografía y a quien me complace felicitar por su excelente trabajo para diagramar los textos y figuras que le hemos enviado

Y para finalizar, deseo dejarles una reflexión, “El hombre es mortal porque olvida”, dijo el poeta porteño Eduardo Gonzales Lanuza en un libro sobre estética del verso, pero no quiere desaparecer, quiere dejar algo en su paso por la vida, hasta los primitivos dejaron las pinturas rupestres en su afán de trascender, “ser es trascender” decía Francisco Romero en su libro sobre la filosofía de los valores, pero sin ser artista o escritor, desde la medianía, además de trabajar para ganarnos la vida, el resto también queremos aportar nuestra leñita al fuego sagrado.

He trabajado intensamente y con pasión, más de 60 años en la tecnología y en los libros y artículos que escribiera, sin esperar reconocimiento ninguno, solo para dejar algo a quienes me acompañaron y a los demás Además de los colaboradores, pude llegar también a los muchos lectores de la revista “Aceites y Grasas”, lo cual no es poco y, es por ello, que nuevamente, deseo decirle a Hector Autino, en su carácter de Director de la publicación, así como también a su excelente equipo, Muchas Gracias.

Ingeniero José María Pedroni