El actual Presidente de ASAGA (Asociación Argentina de Grasas y Aceites), Aníbal Demarco, es ingeniero mecánico y ha desarrollado su carrera profesional en Desmet Ballestra donde trabaja desde 1984 como responsable de diversos proyectos de plantas de extracción, tanto en Argentina como en el exterior.
En una entrevista que concedió a la Revista Óleos & Gorduras, Aníbal describe el escenario del mercado argentino, habla sobre el accionar de ASAGA, las semejanzas y diferencias entre el mercado brasileño y el argentino y deja su mensaje para Brasil
Revista Óleos & Gorduras – ¿Cuál es el escenario actual del mercado argentino de aceites y grasas? ¿Y su importancia en el mercado mundial?
Aníbal Demarco (AD): El Mercado Argentino de Aceites y Grasas tiene un fuerte impacto por el mercado de Crushing. Y a su vez el mercado de Crushing está condicionado por las políticas económicas locales. En los últimos años el mensaje al campo, que es el socio de alguna manera de la industria, no fue claro y por lo tanto no mostró un crecimiento en cosecha. A estas políticas erráticas se sumó el factor climático (La Niña) que este 2021-2022 dejará una cosecha exigua del entorno de 40 a 45 millones de toneladas. Lejos de sus picos anteriores que rondaban los 59 millones de toneladas de Soja.
También el mercado se vio resentido recientemente por la disminución de la cuota de Biodiesel en el mercado Argentino, lo que produjo inconvenientes en la demanda de aceite. Esta reducción de demanda de Biodiesel y la consecuente disminución de precios, se neutralizó por el aumento global de aceites para abastecer al nuevo tipo de fuel llamado como “renewable fuel”. También conocido como fuel para los aviones.
¿Cómo se posiciona el país en relación a la diversidad de aceites y grasas que se producen?
AD: En el mundo los aceites de mayor consumo son los de Palma, Soja y Rape-Sunflower. La Argentina se posiciona como estratégico en la exportación de Aceites de Soja, como así también el principal subproducto que es la harina de soja. En ambos tenemos un liderazgo a nivel mundial. Esto, entre otros factores, se ve posibilitado por una alta capacidad instalada de plantas de molienda con niveles de eficiencia al tope del ranking a nivel global.
Los destinos que se ven beneficiados por nuestros productos son la India (con aproximadamente el 50% de nuestras exportaciones en ese rubro). Mientras que en harina de soja los destinos están liderados por la EU con un tercio de las exportaciones, seguido del Sudeste Asiático y Oceanía con casi un 20% de las mismas.
¿Qué pasa con la calidad de los aceites y grasas producidos en Argentina?
AD : Si nos referimos a la calidad de los aceites crudos nuestros productos son similares a otros en el mundo, aunque tenemos ciertas ventajas como un menor contenido de acidez en el aceite crudo (si observamos los valores promedios anualizados). Debo mencionar que se trabaja mucho en los departamentos de calidad en las plantas de todo el país para el aseguramiento de la calidad de todo lo producido.
En lo que respecta a la harina, es conocido que el valor de proteína de nuestras semillas fue disminuyendo en el correr de los años. Se puede ver también esto como una tendencia a nivel mundial. Esto tiene impacto en la disminución de la proteína en las harinas finales. De todas maneras, cabe destacar el esfuerzo significativo de la industria en crecer en eficiencia de descascarado de la semilla y secado de harina para poder aumentar en todo lo posible el contenido final de la proteína de la Harina.
¿Existen datos de la cosecha actual del mercado argentino de aceites y grasas? ¿Y el procesamiento?
AD: Como comentaba anteriormente este año 2021-2022 nos estamos viendo significativamente perjudicados con la sequía que afectó a nuestro país. Este año se espera una cosecha mermada de entre 42 a 45 Millones de toneladas de soja (en estos momentos se está produciendo la parte más fuerte de la cosecha). Estos valores se ubican por debajo de los obtenidos en el período 2014, donde los valores de cosecha promedio estaban en 53,5 Millones de toneladas (considerando también la muy pobre cosecha del 2017/18 de 37millones por cuestiones climáticas).
Sin embargo la cifras de procesamiento instalado se mantiene muy alto a niveles de 160.000MTPD que sería un equivalente anualizado de más de 50 Millones de toneladas, lo que indicaría que podrían darse las condiciones de procesar el 100% de la semilla actualmente originada en el país.
Para el Sunflower (Girasol) que es la segunda oleaginosa en producción en Argentina la capacidad permanece constante en los últimos años a nivel de 3,3 millones de toneladas.
A lo largo de los años, ¿cuáles han sido los principales avances en el cultivo y procesamiento en el mercado argentino y mundial de aceites y grasas?
AD: Si miramos el principio del Siglo XXI encontramos a Argentina con una cosecha anual de Soja del orden de 30 Millones de toneladas y de Girasol en casi 4 millones de toneladas. Pero si vamos más atrás al año 1990 la producción soja estaba por las 10 Millones de toneladas anuales de soja. Está claro el crecimiento de la soja en nuestro país en las ultimas 3 décadas. Al mismo tiempo vemos la reducción sufrida por el Girasol ya que perdió en esos años el valor comercial en comparación con Soja. La calidad de la harina de soja comparada con la de Girasol jugó un rol protagónico en esta evolución.
¿Cuál es su análisis del consumo mundial de aceites y grasas? ¿Podrías hablar de tendencias?
AD: En la historia de las últimas décadas se observó una disminución de consumos de grasas animales (llegó en la década del 60 a ser la mitad del consumo global) y fueron reemplazadas de parcialmente por el aceite Palma y otros de características similares. Oportunamente se utilizaban aceites hidrogenados (ya prácticamente no se usan debido a la presencia de Ácidos Grasos Trans y su efecto en el sistema cardiovascular). En la actualidad la tendencia y las recomendaciones de distintos organismos es consumir aceites insaturados y con una fuerte reducción de los insaturados. Es por esto que en las últimas décadas se observó un significativo incremento de la soja con una fuerte composición de ácidos grasos insaturados. Esto también se le podría adjudicar al aumento de producción de proteínas vegetales de una composición mayor incluso que los productos de origen animal. Pese a que la ingesta de productos cárnicos no es la recomendada, no se observa una disminución en el consumo global de carnes que generan gases de efecto invernadero. Todo lo anterior debería hacer cambiar la mentalidad, especialmente de las personas más jóvenes, de consumir directamente proteínas vegetales. A largo plazo esta tendencia parecería ser una de las mejores maneras de mantener el balance entre calentamiento global, crecimiento demográfico y salud al largo plazo.
¿Cuál es su opinión sobre el conocimiento técnico de los investigadores argentinos? Y en el aspecto global, ¿cómo es este tema?
AD: En general existen grandes desarrollos en términos de producción y conocimiento científico. De hecho hay un organismo muy relevante en Argentina que es el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) . Entre otros centros de desarrollos está el CIDCA donde la Dra Mabel Tomás es la investigadora principal y que mantiene permanentes desarrollos en lo que hace a la industria aceitera en particular y a la tecnología de Fosfolípidos en particular y otros desarrollos de aceites nutricionales. La Dra Tomas es parte del Comisión Directiva de ASAGA desde hace muchos años. Otra destacada profesional parte del CONICET y del CIDCA es la Dra Cristina Añon. Ella está orientada en sus investigaciones en el desarrollo e innovación en proteína alimentarias, función que cumple desde hace muchos años. Más en particular lidera el LIDIPA (Laboratorio de Investigación e Innovación en Proteínas Alimentarias). Quisiera resaltar en relación a esto que dentro de los cursos E Learning de nuestra Asociación se prevé una charla sobre de Proteína Vegetales a cargo de la Dra. Añón.
De todas maneras desde ASAGA estamos promoviendo el contacto entre distintos ámbitos de investigación para poder desarrollar aun más la investigación en función de las necesidades de la industria. Es por eso que desde ASAGA ponemos nuestro granito de arena para intentar mover este aspecto en el país, ya que estamos convencidos de la importancia del mismo. Eduardo Dubinsky lidera un equipo en ASAGA que nos acerca un poco más con diferentes centros científicos.
¿Cuáles son los principales obstáculos que aún enfrenta la industria de aceites y grasas argentina y mundial?
AD: Uno de los inconveniente que se viene observando desde hace algunos años a nivel global es la calidad de la semilla. En nuestros países, como sabemos la soja tiene una relevancia clara. Justamente allí podemos observar una tendencia a la baja en los niveles de proteína, tendencia que si bien es inferior se mantiene constante. Inicialmente fue Argentina donde comenzó a reflejarse esta problemática, actualmente ya se puede palpar este tema en Paraguay, también en el sur de Brasil y en EE.UU. Todo hace prever que la tendencia continúe si no se encuentra un camino favorable que la revierta. Creo que en ese punto tanto la tecnología como las políticas globales deberían contribuir a su mejora. No hay que olvidar que la proteína de soja es una de las fuentes de proteínas alimentarias (feed y food) más relevante a nivel mundial. Es por eso que será de relevancia cortar o disminuir la tendencia a la baja.
Desde el punto más global y de proyección, referido también a la proteína es necesario generar una cultura en la población mundial para consumir más proteína vegetales de manera directa. Esto si bien no es un problema de la industria de aceites, pero si le daría un impulso fuerte a la industria en su rol alimenticio y minimizaría todos los gases de efecto invernadero que se producen en la transformación de proteínas vegetales en proteínas animales como indicamos previamente.
En Argentina, ¿qué cultivos de oleaginosas se destacan? ¿A qué se debe esta demanda? ¿Cuál debería ser la tendencia en los próximos años? ¿Y las grasas?
AD: Los cultivos en lo que hace a semillas oleaginosas en Argentina están liderados naturalmente por Soja con una producción cercana a los 45 a 55 Millones de toneladas (aunque con pico de 61 millones de toneladas en el año 2014/15) . A esto lo sigue el Girasol con un rango de 3 a 3,5 Millones de toneladas anuales. El conflicto que actualmente se está dando de la invasión Rusa a Ucrania es probable que lleve este año a algún cambio de rumbo en lo que es la producción de Girasol. Justamente Rusia y Ucrania son los 2 primeros productores de semilla de Girasol a nivel mundial (con aproximadamente 13 millones de toneladas cada uno), siendo Argentina el 3er productor. Y se observó muy rápidamente una demanda insatisfecha inmediata de Aceite de Girasol por las mermas generadas por el conflicto. Esto se resolverá en los próximos meses ya que aun falta para su siembra.
En 3er lugar podemos mencionar el Maní. La producción de los últimos años está en el rango de 1.3 millones de toneladas. Este es otra semilla que parece tener un desarrollo a nivel industrial en nuestro país algo demorado. Las condiciones económicas y políticas actuales no ayudan a ese desarrollo.
¿Cómo es el tema de importación y exportación de aceites y grasas producidos en Argentina? ¿Hay datos para pasarnos? ¿Cuáles son las proyecciones?
AD: Argentina es un país netamente exportador en lo que hace al mercado oleaginoso. Como nombramos previamente la soja lidera claramente ese mercado. En el caso de Soja podemos decir que solo entre el 10 y 15% de la semilla se exporta como tal, mientras que el resto se industrializa localmente. Algo similar sucede con los subproductos, harina y aceite. De la harina producida podemos decir que se exporta del orden del 90% y respecto del aceite un valor algo menor (80%). Pero claramente en todo el complejo soja la mirada es hacia el mundo desde Argentina. En la explicación de este fenómeno más allá de la cultura local que no se alinea con el aceite de soja, también tiene una clara influencia la geografía y la política económica. Desde el punto de vista geográfico, la zona sojera se ubica en una suerte de gran círculo donde la zona de Rosario es el centro. Y justamente es el rio Paraná que pasa por las costas de la ciudad de Rosario por donde se permite la circulación de grandes navíos (gracias al gran calado que tiene) que facilitan económicamente hacer muy eficiente la exportación de esos bienes. Pero también tenemos que hablar (históricamente) de un diferencial de impuestos a favor de la industrialización de la soja. Cabe aclarar que lejos de ser un subsidio es una disminución en los impuestos a la exportación que rondan el 30 al 33%. Si bien esto es un tema muy actual de la política Argentina y cambiante, por cierto, tenemos que decir que fue de mucha ayuda para crear el polo aceitero argentino
El caso de girasol es bastante distinto al de soja. Es decir los saldos exportables son mucho menores que los mencionados para la otra commodity. Siendo esta exportación del orden del 50% en lo que hace a harina; y en aceite aproximadamente 40%:
¿Cuándo asumió la presidencia de ASAGA y cuáles son sus prioridades de cara a la entidad?
AD: Mi prioridad al asumir la presidencia fue incrementar el contacto de nuestra Asociación con la Industria y la comunidad en general. Es por eso que creamos una serie de encuentros con diferentes estamentos sociales como las Universidades y algunas comunas que nos permiten poder dotar a nuestra actividad habitual de divulgación de temas técnicos, también en la sociedad cercana a la zona de industrias para poder hacer un círculo virtuoso de acercamiento Industria/Sociedad/Asociación. Y generar a partir de ese mayor acercamiento valor agregado para cada una de las partes. Para eso hemos firmados Acuerdos Marco con la UNR (Universidad Nacional de Rosario) pero también con la Comuna de Timbúes (zona donde se encuentran las mayores plantas a nivel mundial).
También empezamos tenuemente a utilizar la Planta Piloto que tiene ASAGA Esta planta fue un trabajo desarrollada a través de los años y liderado por el Dr Héctor Autino. Este año comenzaremos a utilizarla de manera tentativa para Capacitación de la Industria en algo que dimos en llamar “Formación Profesional para la Industria Aceitera” . Pero también y articuladamente estamos trabajando con la UCEL (Universidad del Centro Educativos Latinoamericano) para cumplimentar un ciclo de Proyectos Sectoriales. Este proyecto es aún más abarcativo que pone en contacto al Estado/Sociedad/UCEL-Asaga/Industria. La finalidad es la instrucción en materias de interés para la industria que permitan la capacitación de la Sociedad de la región para que finalmente pueda conseguir mejores empleos de calidad con la participación del estado.
¿Cuáles son las proyecciones del mercado argentino de aceites y grasas para los próximos años? ¿A qué se deben estas proyecciones?
AD: Creo que la participación de Argentina en el mercado de Aceites y subproductos en los próximos años sin duda que será de relevancia como lo es hasta ahora. La esperanza es que pueda tener un crecimiento significativo a partir de la mejora de rindes en la parte de agricultura. No tengo certezas si esto ocurrirá o no, pero sin dudas trabajaremos duro en todo lo que esté a nuestro alcance como Asociación técnica que soporta al sector Agro Industrial Exportador para traer ese crecimiento a nuestro país.
En términos generales, ¿cuál es su opinión sobre el mercado brasileño de aceites y grasas? ¿Qué importancia tiene en el escenario mundial?
AD: Sin duda que el Brasilero es un mercado de aceites muy importante a nivel mundial. De hecho, a similitud de Argentina, se basa en un complejos sojero, que es hoy por hoy el productor más importante a nivel mundial, superando incluso a EE.UU.
Tiene diferencias muy sensibles al mercado Argentino, ya que el consumo interno es muy relevante. Es por eso que destaco el nivel de profesionalismo de los distintos actores de la industria.
También destaco la participación de SBOG que está mucho más volcada a la Investigación. Los felicito por eso y considero que ahí podemos realizar una muy buena complementación entre ambas Asociaciones.
Básicamente, ¿qué aspectos diferencian los mercados de aceites y grasas de Brasil y Argentina?
AD: Como mencionamos vemos que el mercado Brasileño se centra en el consumo local tanto de aceites como harina de soja, mientras que podemos decir que Argentina mira a la exportación básicamente. Por otro lado el hecho que haya un mercado muy importante de aceite refinado, lleva a que haya una importante industria aceitera con Refinería de gran capacidad y calidad. Una calidad que el mercado Brasileño reconoce por el consumo permanente de los productos locales. Por otro lado la geografía marca una diferencia importante entre ambos países. O sea la soja en general en Brasil está a miles de kms de las costas marítimas o vías navegables que permitan una exportación más eficiente. Creo que el punto en común más relevante es el profesionalismo y la pasión de la industria por avanzar y crecer a cada momento.
¿Qué mensaje dejas para el mercado brasileño?
AD: Mi recomendación es de manera mancomunada entre los 2 países. Si bien hay aspectos industriales difíciles de coordinar, creo que hay muchos otros que tenemos que estar cerca y complementarnos. Entre los dos países somos los productores para abastecer al mundo de aceites y proteínas. Desde un aspecto tan básico como lo es el fomento para generar políticas globales de minimización de efecto invernadero en toda la cadena Agro Industrial son cosas que podemos realizar en conjunto.
¡Trabajemos para ello!