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Los sistemas de inyección de vapor de despojamiento. Errores y desatinos




calentado y libre de humedad. después, hacer pasar el vapor por un
Figura 2 - Placa orificio para medir el caudal maestro
recalentador con aceite térmico, para asegurarse que llegue a los
puntos de inyección bien seco. luego, medir el caudal total, con una
placa orificio, Figura 2, o, mejor aún, con un caudalimetro de masa
del tipo Coriolis, cuya lectura no depende de la presión o la tempera-
tura y es apto para bajos caudales. Se hace una ramificación, hacia
las distintas placas de aforo ubicadas en los puntos de inyección, por
ejemplo, en un desodorizador moderno: una por debajo de la colum-
na de stripping, otra en la celda de maduración ubicada debajo de
la torre y, para agitación, en los recuperadores e intercambiadores
de calor al vacío. la placa o el órgano primario es para medir y las
placas secundarias para repartir. la placa orificio primaria puede tra-
bajar de dos maneras:

a) Crear una pequeña diferencial, por ejemplo 1250 mm de columna
de agua, como es usual cuando se mide el caudal de vapor, en
cuyo caso, el orificio es grande, el β = d 2 /d 1 aproximadamente
0,5 y se la conecta a un transmisor de presión diferencial, que la
mide y da una señal de salida de 4 a 20 ma. la señal va a un PlC,
que extrae la raíz cuadrada y calcula e indica el caudal. esto es lo
mejor cuando el caudal a medir es grande, del orden de 500 kg/h.
Figura 3 - Placa tobera para flujo crítico. más simple es un receptor con escala raíz cuadrática. Cuando la
aguja está en la mitad, el caudal es el 70 % del máximo.
b) Para caudales menores y diámetros de caño inferiores a dN 50
(2"), este método de medición es poco exacto. Una alternativa eco-
nómica y confiable es reemplazar la válvula reductora de presión
por una placa orificio con flujo crítico, lo que requiere que la pre-
sión aguas abajo sea menos de 0,55 de la presión aguas arriba,
como discutimos después.
es la alternativa más barata.


El tercer error sería calcular las placas repartidoras para una pre-
sión mayor que la crítica, por ejemplo, si originalmente tenemos 9
bar(a) o su equivalente 8 bar(g), calcularlas para 6 bar(a) o 5 bar(g),
pues para que exista flujo crítico la presión debería ser igual o menor
a 0,55 de la inicial, o sea, 5 bara o menos.


Figura 4 - Placa orificio para flujo crítico El cuarto error es prescindir del aforador maestro y sumar los con-
sumos parciales de las placas asignadas a los distintos aparatos o
partes de ellos, lo que es mucho menos exacto, particularmente por-
que la temperatura después del recalentador no es fácil de medir y
no se puede asumir que sea la misma en todas las placas. la medi-
ción hay que hacerla sobre el caudal total y poder estar seguros de
no sobrepasar la capacidad del sistema de vacío. las placas orificio
sectoriales son para repartir, también miden, pero aproximadamente.

Un manómetro y una constante w = f (p) es suficiente.


El quinto error, ahora de proceso, es no disponer una eficiente sepa-
ración y purga del agua del vapor motor o prescindir del subsiguiente
recalentador que elimina toda humedad. la presencia de condensado
en el vapor, falsea la dosificación; con vapor húmedo, los caudales
inyectados son mucho mayores que los medidos, ya que la masa
de agua, es como si no estuviera para la placa orificio y se traduce


A&G 107 • Tomo XXVII • Vol. 2 • (2017) 221
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