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Según datos del Instituto de biotecno-
logía Agrícola (INbIo) para la campaña
2017/2018, el departamento de Alto Paraná
concentra la mayor parte del área sembrada
con 906 mil hectáreas, un 25,8% del total.
Por detrás aparecen los departamentos de
Itapúa, con 692 mil hectáreas (un 19,7%), y
Canindeyú, con 635 mil hectáreas (18,1%).
más atrás se ubica Caaguazú con 420 mil
hectáreas (12%), seguido por San Pedro,
departamento de la parte norte de la región
oriental, con 368 mil hectáreas (10,5%) (Ver
Cuadro 2).
el mencionado trabajo del IPIe resalta en el
análisis geográfico de la producción de soja
la gran potencialidad de expansión a otras
áreas, considerando la gran disponibilidad de
tierras cultivables existentes en el país. esta
disponibilidad, junto con el avance y desa-
rrollo de nuevas tecnologías orientadas al
mejoramiento de las variedades de semillas,
al fortalecimiento de la infraestructura de
rutas y logística fluvial, entre otros factores
relevantes para el manejo de siembra, posi-
bilitarán un nuevo y considerable salto en la
expansión de la producción. la expansión del
área productiva es viable desde el punto de
vista de la disponibilidad de tierras cultiva-
bles existentes en la región oriental, a las
que pueden sumarse las aproximadamente 2
millones de hectáreas potencialmente aptas
del Chaco paraguayo (región occidental, al
oeste del río Paraguay), las que podrían ser
cultivables si se dan determinadas condicio-
nes de carácter tecnológico, genético y de
acondicionamiento y recuperación de suelos,
conforme a estudios realizados por CAPeCo.
otro de los cultivos que ha mostrado un
importante crecimiento en las últimas déca-
das es el maíz. en el Paraguay, el cultivo de
maíz es de gran importancia en la alimenta-
ción humana y es parte de la dieta nacional.
Tradicionalmente fue considerado un rubro
de autoconsumo, sin embargo en los últimos
años, con la apertura del comercio externo y
el mejoramiento de los rindes se ha trans-
formado en un cultivo de renta impulsado
fuertemente por la Agricultura empresarial
mecanizada, según expresa un informe del
IICA sobre este cultivo.
Según el informe “Agricultura y desarrollo
en Paraguay” de la Unión de Gremios para la
Producción (U.G.P.), el cultivo del cereal en
ese país tiene la característica principal de
ser mayormente de entrezafra, es decir, no
se siembra en el verano cuando se presen-
tan las condiciones naturales óptimas, sino
después de la cosecha de soja, de forma tal
que se pueda asegurar cobertura y rotación
de cultivos. Cuando las condiciones exter-
nas acompañan (clima y costos de produc-
ción) se convierte también en un cultivo que
genera renta económica. el cultivo de maíz
aparece como una necesidad de la imple-
mentación del sistema de siembra directa,
que exige una rotación de cultivos que per-
mita a los suelos equilibrar los nutrientes
así como mejorar la defensa ante posibles
ataques de plagas como parte del manejo
sostenible de los recursos.
Paraguay duplicó su productividad en el maíz
en las últimas dos décadas, respaldado por
la incorporación de los diferentes eventos
transgénicos en este rubro, que dieron un
soporte importante para elevar el techo pro-
ductivo de este cultivo en el país, conforme
los datos expuestos por INbIo.
el informe de la institución expresa que en la
zafra de 1999 la productividad por hectárea
fue de 2.292 kg; sin embargo, esos niveles
de rendimiento se elevaron 100% en dos
décadas, pasando a registrarse alrededor de
5.500 kg por hectárea en la última campaña.
esta productividad generó que en 20 años
Paraguay pasara de producir 656 mil t sobre
332 mil hectáreas en 1999 a 5 mt sobre 885
mil hectáreas que se estiman para 2019 (Ver
Figura 3).
resulta de interés destacar que parte de la
producción de soja corresponde a cultivos
de segunda, cuya siembra se realiza desde
mediados de febrero. la zafriña, como se
denomina al cultivo de soja de segunda,
tiene una participación de alrededor de un
10% en la cosecha total. Para la próxima
campaña, el USdA estima que 750 mil hec-
táreas de las 3,6 millones que se sembrarían
con la oleaginosa corresponderían a soja de
segunda, aumentando su relevancia a par-
tir del impulso de una mayor área estimada
para el maíz de invierno. la zafriña registra
rindes inferiores a la soja de primera y la
producción obtenida es utilizada principal-
mente como semilla para el ciclo siguiente.
Parte de esta zafriña corresponde a doble
cosecha de soja, lo que continúa alarmando
a los grupos de productores y al gobierno,
según muestra un GAIN report del USdA.
el doble cultivo de soja se considera agro-
nómicamente imprudente y perjudicial para
los suelos a largo plazo. No obstante, si bien
los productores pueden reconocer su daño
potencial a largo plazo, se ven impulsados
por las necesidades económicas. los grupos
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• Tomo XXX • Vol. 1 • (2020)
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· e C o N om ÍA Y mer CA do S ·
Cuadro 2 - Superficie sembrada con soja por
departamento. Campaña 2017/18
departamento
superficie
participación
Alto Paraná
905.959
25,80%
Itapúa
692.469
19,72%
Canindeyú
634.696
18,08%
Caaguazú
419.589
11,95%
San Pedro
367.660
10,47%
Amambay
200.184
5,70%
Caazapá
187.391
5,34%
Misiones
53.715
1,53%
Concepción
31.182
0,89%
Guairá
17.664
0,50%
Paraguarí
634
0,02%
total
3.511.143
100%
@BCRmercados en base a INBIO
Figura 3 - Evolución del cultivo de maíz en Paraguay.
@BCRmercados en base a CAPECO
área sembrada Producción Rinde
Miles de toneladas / Miles de héctareas
Rinde (qq/ha)
   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35